El acné comienza cuando los poros de la piel se obstruyen y ya no puede drenar el sebo (un aceite producido por las glándulas sebáceas que protege e hidrata la piel). La acumulación de sebo hace que el folículo capilar circundante se hinche. Los poros obstruidos forman puntos negros y espinillas, granos y bultos más profundos (quistes o nódulos).